Todo parece indicar que Katy Perry
fue la gran vencedora de una pelea que traía con unas monjas por un terreno
donde se encontraba su convento, por el cual pagó más de 227 millones de dólares.
La cantante quedó fascinada con la propiedad de ocho hectáreas
ubicada en Los Ángeles, desde hace tres años y desea convertirlo en su hogar; y
aunque las religiosas han señalado que el terreno es de ellas, el arzobispo ya
cerró el trato con Perry
para quedarse con
la propiedad por lo que la interprete podría ir a juicio por lo mismo. ¡Hereje!
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