Britney Spears se encuentra en plenos preparativos de su tercera boda, trabajando muy duro en el gimnasio para que ese día luzca despampanante y dejando la comida chatarra para que no confundan su rostro con una charola de bocadillos (por aquello de lo “grasoso”); los invitados son parte fundamental para una celebración de este calibre, lo cual ha provocado fuertes rencillas entre la Princesa del Pop y su próximo esposo, Jason Trawick.
Según una fuente cercana a la cantante, los problemas entre ella y su prometido se han dado debido a que Britney Spears desea invitar a su anterior esposo y padre de sus hijos a su boda, Kevin Federline; obviamente el galán de ‘Criminal’ está en total desacuerdo con la interprete, después de los problemas que este le ha provocado a su amada y con justa razón lo apoyamos, porque gracias a él, Britney Spears perdió no solo su escultural figura sino hasta la cabellara, la cabeza y sus hijos.